En un marco de alegría, podía verse a familias enteras bailando, tirando nieve, tomando mate en la reposera, compartiendo momentos que quedarán en la memoria de aquellos que disfrutan la vida familiar y con amigos.
Adolescentes, adultos, niños, abuelos, tíos, la fiesta fue para todos por igual, y así lo entendieron las cientos de personas que se dieron cita en Plaza San Martín. Sin dudas no tan solo la fiesta del carnaval, sino la fiesta que convocó a los amigos, a las familias para pasar unas horas de distracción y sana alegría.