Al menos 4.000 operarios serán suspendidos por períodos que varían entre uno y treinta días con goce del 75% de sus sueldos en distintas automotrices de la provincia de Córdoba. La caída en las exportaciones explica el desplome en la actividad de las automotrices.
Según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), el primer semestre cerró con una baja del 14% en la producción de autos en el país, mientras que en junio se sumó la décima caída interanual, de un 19,8 por ciento. En cuanto a las ventas al exterior, el desplome fue del 30,9% en el mismo período.
Por ejemplo, la fábrica de camiones Iveco, en la localidad cordobesa de Ferreyra, suspenderá durante una semana a 500 empleados a raíz de un exceso de stock derivado de la caída de la demanda internacional. Sin embargo, sí habrá actividad en las plantas de maquinaria agrícola y de construcción Case y New Holland, y en la de motores FPT Industrial.
La planta de Fiat, también en Ferreyra, cumplió ya una semana sin trabajar. En total serán 11 días los que estarán sin actividad. Los trabajadores suspendidos son alrededor de 1.500, mientras que otros 350 se verán afectados por inactividad en la planta MQ200 de la firma Volkswagen, que exporta sus cajas de velocidad a Brasil.
En el caso de Renault, hay un «cese de actividades obligado» a raíz de 110 obras de mantenimiento, necesarias para la puesta en marcha de nuevos proyectos industriales.
Debido a la baja en la actividad de las automotrices, las autopartistas también comenzaron a verse perjudicadas. Es el caso de la empresa Montich -una de las más grandes del sector- que suspendió a los 170 empleados de una de sus plantas. Además, tiene un procedimiento preventivo de crisis ante el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Desde el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) dijeron que están esperanzados en que la situación se revierta, aunque expresaron preocupación no sólo por la crisis en Brasil, sino en el resto del mundo.