Cerca de mil trabajadores petroleros deberán iniciar los trámites de jubilación en las próximas semanas, como parte del acuerdo entre el sindicato y las empresas para bajar costos. Como beneficio extra por esta suerte de retiro compulsivo, recibirán trece sueldos a partir de la fecha de notificación, tomando como base el mejor salario que hayan cobrado en los últimos meses.
El titular del sindicato de Petroleros, Guillermo Pereyra, explicó que ya se allanó el camino para entre 950 y 1.000 trabajadores que cumplen con los requisitos, se jubilen. Estos empleados cumplen tareas a pesar de tener más de 50 años y contar con 25 años de aportes.
La razón por lo cual deciden seguir trabajando es puramente económica: la mayor parte de los ítems que engrosan el sueldo de un petrolero, como las viandas o las horas de viaje, no son remunerativas. Por lo cual cuando se jubilen cobrarán un sueldo de bolsillo mucho menor.
Pero las jubilaciones dejaron de ser una opción para convertirse una en uno de los dos caminos para evitar despidos en medio de una compleja crisis. El otro serán las suspensiones, cuyo cronograma empezará a definirse en los próximos días pero aún no está vigente.
La norma que allanó el camino para que estas jubilaciones puedan realizarse la firmó la expresidenta Cristina Kirchner en septiembre pasado. La misma extendió a todo el sector los beneficios de un decreto de 1974 que sólo adhería a este régimen especial a los trabajadores en boca de pozo.
Además, según afirmó Pereyra a “Río Negro”, está el condimento de los 13 salarios. “Se empiezan a pagar una vez que se notifica al trabajador de que inició su trámite de jubilación. Si la jubilación sale, por ejemplo, a los seis meses, los restantes siete se pagan a modo de indemnización. Si la jubilación no sale, después de esos trece meses las empresas deben reincorporar al trabajador”, detalló.
DIAGRAMAS
Mientras se avanza con los retiros, por el otro carril se trabaja para acordar el calendario de suspensiones, que alcanzará a unos 2.000 trabajadores. Pereyra se encontraba ayer en Buenos Aires a la espera de una serie de reuniones donde se acordará la letra chica del acta firmada la semana pasada.
Todavía falta que el Ministerio de Trabajo homologue ese acuerdo, que busca que las suspensiones sean rotativas por plazos de noventa días. Quien resulte alcanzado se quedará en su casa cobrando aproximadamente la mitad del sueldo de bolsillo, tal como ocurrió durante la crisis del 2008 y el 2009.
Según explicó a la agencia Télam el presidente de la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales, Adolfo Sánchez Zinny, el cronograma podría arrancar durante la segunda quincena de febrero, de forma coincidente con el retorno de vacaciones de la mayoría de los trabajadores petroleros.