Su gobierno –entre dos gestiones de Rubén Marín-, fue en cierta forma de transición y afectado por la hiperinflación alfonsinista. También fue investigado por una causa de corrupción: el caso de los subsidios truchos.
La maniobra consistía en enviar fondos a municipalidades y luego, en vez de usarlos en obras, desviarlos.
Ahuad logró zafar de las acusaciones, aunque algunos de sus funcionarios fueron condenados.
Luego de abandonar su cargo, y alineado con el menemismo, se desempeñó como Embajador argentino en Paraguay, designado por el presidente Carlos Menem.
Posteriormente se alejó de la política activa. Estaba internado en un centro de salud de Buenos Aires, donde falleció. (Diario Textual)