La magistrada realizó un pormenorizado análisis del caso en el que el defensor de los jóvenes, Carlos Acquistapacce, había solicitado su sobreseimiento al entender que se trataría de un aborto, pues para él la niña nunca vivió.
La jueza en cambio sostuvo ayer que “no se trata de un aborto sino que estamos hablando, a esta altura preliminar del proceso, de un homicidio culposo porque el nacimiento comienza desde que el bebé ingresa al canal de parto”.
Y remarcó que “cuando ingresó al canal de parto esta bebé estaba con vida y murió en el proceso de parto, en el canal, y con sufrimiento fetal”.
La jueza de Menores advirtió además que en lo que hace a la figura de culpa con representación que planteó el fiscal, “si sabían lo que debían hacer al momento del parto no lo hicieron, y si no sabían debieron abstenerse de hacerlo”.
De esta forma los jóvenes de 34 y 26 años están acusados de haber provocado la muerte de su beba por imprudencia, por no haber tomado los recaudos, ni tener los conocimientos necesarios para realizar las maniobras de parto por sí mismos, realizando maniobras que terminaron causando la muerte por asfixia de la bebé que además presentaba varias fracturas.
La jueza fue más allá en su pronunciamiento y analizó por un lado que “los padres tienen derecho a elegir su estilo de vida pero acá estamos hablando de los derechos de un tercero, de un bebé”.
En tanto que explicó que “si querían un parto domiciliario podían hacerlo pero siempre y cuando tomen todos los recaudos necesarios para garantizar la vida de este bebé”.
Los hechos ocurrieron el 11 de mayo pasado en una vivienda del barrio Jardines del Rey de esta ciudad.
Cerca de las 16 la pareja ingresó al cercano hospital Bouquet Roldán con la bebé en brazos ya sin vida.
Allí no sólo contaron una historia falsa, en la que indicaron que el parto los había tomado por sorpresa en pleno viaje desde La Pampa, sino que la insistencia con la que los jóvenes pidieron que les entreguen la placenta fue lo que llamó la atención a los médicos.
Luego se supo que, a pesar de no tratarse de una familia humilde, el embarazo no habría sido controlado en ningún momento , por lo que se desconocía la posición de la bebé. (Río Negro)