Jueves 26 de diciembre de 2017
El primero de los actos centrales -el segundo será esta noche- se realizó en la cava de General Madariaga, donde fue encontrado el cuerpo carbonizado del fotógrafo, con dos balazos y esposado por la espalda, luego de haber recibido durante un año amenazas por haber tomado la primera imagen del poderoso empresario Alfredo Yabrán, que tenía fuertes vínculos con la política y la Justicia.
Gladys Cabezas, hermana del fotógrafo, sostuvo frente al monolito que se levanta en General Madariaga en memoria de su hermano, que «los asesinos de Cabezas lo serán siempre, por más que vayan a misa», en referencia a uno de los argumentos establecidos por la Justicia para dejar en libertad condicional a Gustavo Prellezo, uno de los autores del crimen, y que fue beneficiado con ese régimen el 21 de diciembre último.
Tras remarcar que ninguno de los involucrados en el asesinato mafioso ocurrido en 1997 en Pinamar está hoy detenido, Gladys diferenció entre «los derechos y las decisiones» tras precisar que los criminales «eligieron matar a Cabezas por dos pesos».
Participaron también del acto el intendente del municipio de Madariaga, Marcos Adrián Jovanocich, y la viuda de Cabezas, María Cristina Robledo, quien cuestionó que ninguno de los asesinos de su esposo estén encarcelados, y los calificó como una «manga de asesinos» que «ahora están sentados en sus casas, seguramente mirando la tele».
En tanto el presidente de Argra, Ezequiel Torres, recordó hoy a Cabezas -en otro homenaje, realizado en el Museo de la Memoria (Ex ESMA)- como «un laburante asesinado por cumplir su trabajo», y afirmó que «una de las grandes deudas que nos quedan pendientes es saber si hubo otros responsables intelectuales además de Yabrán».
El gobierno bonaerense homenajeó a Cabezas en Mar del Plata, durante el cierre de la muestra World Press Photo, y fue el secretario de medios bonaerense, Mariano Mohadeb, quien calificó el asesinato del fotógrafo como «el mayor atentado contra la libertad de expresión desde el regreso de la democracia», y en nombre de la gobernadora María Eugenia Vidal destacó «el valor y el talento de los reporteros gráficos argentinos».
En tanto, el vicepresidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, Ramiro Gutiérrez (Frente Renovador), consideró que «el mejor homenaje que podemos hacerle es proteger la libertad de expresión en la legislación argentina mediante un profundo debate parlamentario».
En distintas provincias también se recordó al reportero gráfico asesinado: en Mendoza, trabajadores de Radio Nacional y fotógrafos mendocinos de Argra lo homenajearon con una exhibición de las 30 fotos más icónicas tomadas por Cabezas, en dos categorías: fama y poder.
También en San Luis se presentó una muestra con las imágenes del fotógrafo asesinado y, en el acto homenaje, el reportero Cristian Nuñez afirmó que «Cabezas representa un emblema de valores periodísticos, civiles y democráticos por mostrar la verdad y nos ha dejado un mandato: de meternos donde no quieren que nos metamos».
Mientras que la municipalidad de San Miguel de Tucumán, junto a Argra, inauguró en la Plaza «Los Decididos de Tucumán» un espacio dedicado a la memoria del Cabezas: se colocó una placa conmemorativa con la famosa frase del reconocido fotógrafo Henri Cartier Bresson, quien luego del asesinato a Cabezas expresó: «Es monstruoso que el dedo sobre el gatillo sea la respuesta al dedo sobre el obturador».
En Córdoba, reporteros gráficos de esa provincia homenajearon a Cabezas frente al Patio Olmos de la capital provincial, y la representante de la filial local de Argra, Irma Montiel, sostuvo: «Nosotros no estamos únicamente para hacer fotos, sino para documentar lo que le pasa a la sociedad, y eso hace la diferencia entre una foto de dudosa procedencia y la de los reporteros gráficos que son los que ponen la cara, la sangre y su firma debajo de una foto haciéndose responsables de la imagen».
En la ciudad de Santa Fe, un acto en la Plaza del Soldado organizado por la Asociación de Prensa de Santa Fe y Argra fue el centro de homenajes, ya que ahí se plantó un árbol, hace 20 años atrás, en el primer acto en repudio del asesinato de Cabezas.
Un centenar de personas se reunieron en esa plaza, ante quienes habló Eduardo Seval, en representación de los reporteros gráficos. «A pesar del transcurso del tiempo, no se hizo justicia. Los asesinos están libres,de todas maneras, rescatamos que la memoria sigue viva», dijo, y puso de relieve que «Cabezas es un símbolo de la lucha contra las injusticias que se ven a diario todavía. Fue un duro golpe, jamás pensamos que nos matarían por hacer nuestro trabajo, cumplir cumplir sacando una foto».
En tanto en Neuquén se recordó a Cabezas en una plazoleta del centro de la capital provincial, y Juan Thomes, integrante de Argra, agradeció que «el grito de ‘José Luis Cabezas presente’ se haga otra vez más en este día, ya que nosotros, como colectivo de trabajadores de prensa somos quienes tenemos que ir construyendo día a día la memoria».