Santa Rosa, Jueves 08 de Diciembre
Continuó este miércoles el juicio oral y público contra los docentes acusados de abusos de niños. El abogado defensor Omar Gebruers pidió una inspección ocular al JIN 12 de 25 de Mayo. El fiscal y los querellantes se opusieron al requerimiento.
El décimo día del juicio oral contra cuatro docentes de 25 de Mayo, por los presuntos abusos sexuales cometidos contra seis alumnos del Jardín de Infantes N° 12, continuó con las declaraciones de doce testigos y un psicólogo, entre ellos una diputada provincial y tres familiares directos de dos imputados. Además una de las defensas propuso la realización de una inspección ocular en los lugares donde se habrían cometido las agresiones, y el Tribunal de Audiencia de Santa Rosa anunció que responderá al pedido en los próximos días.
La tercera semana del proceso, que se realiza en el Centro Judicial, concluyó con un largo listado de testimonios, todos a requerimiento del defensor Omar Gebruers y apenas en un caso en forma compartida con la otra defensa, ejercida por César Augusto Rodríguez y Juan Ricardo Veneri.
Gebruers representa a tres imputados, Marcelo Tatavitto Roade, María José Tello y María Angélica Bastías; y Rodríguez y Veneri al restante, Oscar Aníbal López. Entre el lunes y hoy, pasaron frente a los jueces Gastón Boulenaz, Andrés Olié y Gabriel Tedín, 32 testigos solicitados por Gebruers. En total el juicio ya acumula 96 testimonios, incluyendo a peritos médicos, psicólogos y psiquiatras.
De ellos, 38 fueron solicitados exclusivamente por Gebruers, 30 en forma conjunta por la fiscalía, las querellas y las defensas, 23 por la fiscalía y las querellas, tres por ambas defensas y los dos restantes por Ranocchia Ongaro.
Los imputados están sospechados –en dos hechos– de haber abusado sexualmente de seis niños en el baño de la Coordinación Secundario Zona Sur, que funcionaba en el mismo edificio que el JIN N° 12, y en una chacra que es propiedad de Tatavitto. Los delitos habrían ocurrido en 2014 y 2015. Tatavitto –que era secretario de Coordinación por la mañana y del colegio secundario Alfageme por la tarde– está acusados por los supuestos seis abusos, López –que era director del Alfageme– por uno y las maestras jardineras Tello y Bastías como ser partícipes primarias ya que habrían actuado como facilitadoras o entregadoras.
Antes de la ronda de testigos, Gebruers solicitó para la semana entrante una inspección ocular del JIN N° 12, la Coordinación y la chacra, obteniendo la adhesión de Rodríguez y Veneri. En cambio, el fiscal de General Acha, Juan Bautista Méndez, y los abogados querellantes, Armando Agüero y Vanesa Ranocchia Ongaro, que representan a los padres de los alumnos, se opusieron al requerimiento por considerarlo innecesario ya que adujeron que existen pruebas suficientes en el expediente (fotografías, croquis, etc.).
El tribunal anunció que resolverá el planteo en los próximos días, al igual que otro pedido de Gebruers para que la testigo que se accidentó días atrás en la ruta provincial 20 (ayer fue intervenida quirúrgicamente), y que es familiar de Tello, declare el jueves 15. En cambio los jueces aceptaron inmediatamente la solicitud de ambas defensas para que varias personas citadas para el lunes y el martes declaren desde 25 de Mayo a través de videoconferencias por considerar que el mecanismo ha venido siendo muy útil.
Testimonios
La primera testigo de la jornada fue una actual diputada provincial Marcela Coli que en 2014 y 2015 trabajaba como coordinadora en una escuela de 25 de Mayo y, además, era dirigente del gremio docente Utelpa. Ella fue citada a requerimiento de las dos defensas.
También testificaron la esposa de Tatavitto y el padre y un hermano de Bastías. Uno de éstos afirmó, al concluir su intervención, que en la antesala había sido insultado por madres de las supuestas víctimas –asisten al juicio a diario pues son querellantes–. Ante ello, Boulenaz las advirtió, bajo apercibimiento de impedirles el ingreso a la sala si se repitiesen situaciones similares, y pidió que haya respeto entre todos. Las preguntas apuntaron a saber cómo se anoticiaron y vivieron lo ocurrido.
El resto de los deponentes fueron tres madres de alumnos del jardín de infantes que no están involucrados en los abusos, tres docentes, un empleado de una cooperativa y un electricista. Cuatro lo hicieron por videoconferencias. Los interrogantes buscaron revelar detalles sobre horarios, aulas, computadoras, personal, traslados, etc.
Al final del día –la audiencia concluyó a las 18– se oyó el relato de un psicólogo que declaró en el doble rol de testigo y perito de parte, ya que el año pasado evaluó a Tatavitto, Tello y Bastías y posteriormente a los alumnos, y además fue terapeuta de López. Justamente por esas intervenciones y los informes que presentó y fueron anexados a la causa, se suscitó una discusión entre las defensas y las querellas acerca del alcance de su testimonio. La del psicólogo fue la exposición más extensa porque lo inquirieron por las conclusiones de cada una de las nueve pericias. Duró más de tres horas.
Las tres personas que no concurrieron, aunque estaban citadas, volverán a ser convocadas para el martes.
Los cargos
A Tatavitto (54 años), en un hecho, se le imputa el delito de abuso sexual con sometimiento sexual gravemente ultrajante para las víctimas por sus circunstancias de realización, en concurso real, en cinco oportunidades, agravándose solo en relación al hecho cometido en perjuicio de uno de los menores por resultar un grave daño en la salud mental de la víctima; en concurso ideal con el delito de promoción de la corrupción de menores agravado respecto a esa víctima. Y en un segundo hecho, ser coautor de abuso sexual con sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima por sus circunstancias de realización, en concurso ideal con el delito de promoción de corrupción de menores agravado respecto de un menor.
Tello (30) está imputada del mismo delito que Tatavitto en el primer hecho como partícipe necesaria, concursando los abusos en forma ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Lo mismo se le atribuye a Bastías (34) por el segundo hecho.
Por último, López (54), una persona con problemas motrices, está inculpado en el segundo hecho como coautor de abuso sexual con sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima por sus circunstancias de realización, en concurso ideal con el delito de promoción de corrupción de menores agravado respecto de un menor.