Buenos Aires, jueves 3 de Noviembre de 2016
El chico de 13 años que se había disparado murió, confirmaron voceros del hospital Zonal Virgen del Carmen, en un hecho cuya causa no se ha esclarecido aún, ya que según sus familiares era víctima de bullying mientras que las autoridades escolares aseguraron que no “había registro de algún episodio sostenido de acoso”.
“El nene estaba en terapia y murió a las 15.30 aproximadamente”, informaron a Télam fuentes del hospital.
Los padres del adolescente, identificado como José, lo habían “cambiado de la escuela técnica número 3 hace un par de meses porque los compañeros le hacían bullying”, contó esta mañana Damián, hermano mayor de chico, en declaraciones a medios televisivos.
Sin embargo, el Inspector de Educación Secundaria del distrito, Marcelo Sánchez, dijo a Télam que “la madre solicitó el pase el 8 de agosto argumentando que le resultaba muy costoso pagar el transporte, ya que la escuela le quedaba lejos del barrio y tiene tres sedes”.
José luego empezó a cursar el primer año en la Escuela Técnica 1 de Zárate. El lunes el chico faltó al colegio sin el consentimiento de sus padres, su mamá se enteró y lo reprendió.
El martes, la mujer fue a hablar con las autoridades de la escuela y cuando regresó del establecimiento encontró a su hijo de 13 años tendido en el suelo de una habitación de su casa del barrio 6 de Agosto, de la ciudad de Zárate, con un disparo en la cabeza.
“Mi mamá no le pegó. Nunca nos pegó. Sólo discutieron, lo retó por haberse rateado como cualquier mamá, pero no hubo violencia», explicó el hermano de José.
Asimismo, destacó que los compañeros de su anterior escuela “lo maltrataban. Le decían ‘Obama’ porque es morochito”.
Y agregó: “Últimamente estaba muy tirado, por eso decidimos cambiarlo. Creo que lo que pasó tiene más que ver con eso que por el reto de mi mamá».
El docente, por su parte, afirmó: “Investigamos en las dos escuelas si se había relevado algún episodio sostenido de acoso pero no encontramos ningún registro. En ningún momento del año ni en ninguna de las dos escuelas hubo algún reclamo por acoso por parte del chico o de su familia”.
Sánchez también advirtió que “aún no se determinó si fue un intento de suicidio o si manipulando el arma, se le disparó accidentalmente”.
La causa por “averiguación de ilícito” está a cargo de la fiscal Andrea Palacios, de la fiscalía descentralizada de Zárate.
“Hay que esperar para entender bien qué pasó y conocer si efectivamente fue un intento de suicidio o si fue un accidente, también hay que analizar la situación en otros ámbitos de su vida. Sabemos que vivía en un barrio humilde pero no conocemos en profundidad la situación de su familia”, comentó Sánchez.
El docente también mostró preocupación por el acceso a un arma cargada por parte de un adolescente que “estaba solo en casa”.
El arma con la que se efectuó el disparo era propiedad de su padre y se encontraba guardada en un mueble de la casa.
Según la psicopedagoga María Zysman, se habla de bullying «cuando la intención de quien agrede es humillar, avergonzar, exponer, aislar, excluir, asustar, hacerle creer al otro que no vale. Para que esta dinámica se concrete hace falta que se encuentren dos sujetos en un vínculo complementario y que haya un grupo que lo sostenga, además de adultos corridos de su lugar».
Y continuó: «Es necesario que los participantes estén obligados a convivir, a verse la cara todos los días sin posibilidad de irse».
Florencia Tobias, del Equipo Antibullying Argentina, agregó: «Durante la infancia, las burlas, los apodos y los chistes ofensivos son con frecuencia uno de los problemas que los niños suelen enfrentar y cuya correcta resolución se presenta como un gran desafío no sólo para ellos sino también para sus mismos padres».
«En los mejores casos, se trata de algo circunstancial y que mediante una intervención atinada y a tiempo se disuelve e incluso puede dejar un aprendizaje. Pero no siempre es tan inocuo como parece. Otras veces, las palabras pueden causar mucho dolor calando hondo en la autoestima», concluyó. (Télam)