El 24 de noviembre de 2010, mediante un decreto nacional, el vino fue declarado Bebida Nacional de la República Argentina. Tres años después, el Congreso Nacional ratificó esa declaración al aprobar la Ley 26.870, una norma que pretende «difundir las características culturales que implica la producción, elaboración y consumo del vino y sus tradiciones». Desde entonces, cada año se celebra el Día del Vino en esta fecha, con distintas actividades alusivas en distintas provincias.Si bien todavía mantiene una producción incipiente, este año la celebración encuentra a La Pampa en franco crecimiento, con más de 200 hectáreas implantadas, una flamante Cámara de Vitivinilcultores Pampeanos en funcionamiento y vinos de excelente calidad que obtienen premios y sorprenden a los especialistas. Estas condiciones, sumadas al interés de bodegueros de otras provincias, impulsaron la decisión del gobierno provincial de construir una bodega en Casa de Piedra, para procesar la producción del Ente Provincial del Río Colorado (EPRC) y de los inversores que instalen viñedos en esas tierras.Actualmente, en el área bajo riego del EPRC hay viñedos de Catena Zapata y Cassone. La primera tiene 65 hectáreas en producción y proyecta llegar a 100 este año, en tanto que Cassone cuenta con 42 hectáreas implantadas y ya adquirió 50 más. Los excelentes resultados que obtuvieron atrajeron a otros colegas mendocinos, y este año se sumaron Rutini, Peñaflor y Arizu (Luigi Bosca), quienes ya se llevaron uvas de Casa de Piedra para realizar una microverificación, evaluar los vinos producidos y estudiar su comportamiento durante la guarda.
Bodega Provincial.
«Esperamos inaugurar la primera etapa de la bodega el año que viene. Durante la pandemia hicimos los estudios de suelo y la mensura y completamos la nomenclatura catastral. Hace 15 días fueron aprobados los planos y el expediente ya se encuentra en el Ministerio de Obras Públicas para desarrollar el proceso de licitación», anunció Roberto Vigorito, vicepresidente del EPRC.El funcionario explicó que la obra «se desarrollará en tres etapas. La primera permitirá una producción de 350 mil litros anuales, la segunda alcanzará a 750 mil litros y la última otorgará una capacidad de elaborar 1,2 millón de litros». La razón principal para desarrollar un proyecto escalonado es «el costo total de la obra, estimado en un millón de dólares». La obra civil incluirá una «sala sucia, destinada a la descarga y molienda de la uva, sectores para los tanques y las barricas, y también un área turística con espacio para degustación y comercialización y un mirador hacia el lago y la Villa».Una vez en funcionamiento, «la bodega otorgará a estos inversores la posibilidad de producir en nuestro territorio sus propios vinos, que llevarán etiqueta La Pampa y, por ende, serán un producto patagónico». De todos modos, no es el único interés que manifestado: «están maravillados porque nuestro sistema de riego es uno de los mejores del mundo. Toda el agua circula por cañería, sin desperdiciar una gota y esa alta eficiciencia se completa además con un suelo y clima muy aptos para producir uvas. Aquí no se registran heladas fuera de término, ni humedad que atraiga hongos, la tierra demuestra condiciones excepcionales y hasta ahora todas las variedades han alcanzados un buen comportamiento», agregó Vigorito.
Producción en aumento.
En la estadística nacional del vino, La Pampa figura novena en superficie implantada con 279 hectáreas (0,1% de la superficie nacional), octava en producción de uva y sexta en productividad por hectárea, posición que tiende a mejorar anualmente. En el último año, la superficie de viñas aumentó un 32,1% (68 hectáreas) y la producción de uva alcanzó a 22.719 quintales (0,11% de la producción nacional).
Una de las grandes ventajas de ser actor nuevo en la vitivinicultura, es que todas las variedades guardan interés comercial y están destinadas a vinos de alta calidad, sin arrastrar variedades criollas o tradicionales de bajo valor, como otras provincias. Según un informe del Ministerio de la Producción, el 87,5% de la producción corresponde a uvas tintas, con el Malbec como variedad predominante (59,3% ). Las restantes son Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Pinot Noir, Merlot, Syrah, Bonarda, Verdot y Tannat. Un 12,5% corresponde a uvas blancas (Chardonnay y Sauvignon Blanc).El 98,2% de la producción proviene del departamento Puelén (25 de Mayo y Casa de Piedra) y el 1,8% corresponde al departamento Curacó, aunque deben contemplarse también las viñas experimentales de Pichi Huinca, Telén, Winifreda, Caleufú y General Acha. Más del 85% son cultivos en espaldera y toda la producción se industrializa. El año pasado, La Pampa produjo 6.269 hectolitros de vino, lo que significó un crecimiento del 14,4% respecto a 2019. El 88,9% de los vinos fueron tintos, 10,3% blancos y el 0,8% rosados.
Vinos con premios.
El vino Acechado Blend Single Cask 2019 de Bodega Quietud, de Ricardo Juan, obtuvo el título de Campeón de Vinos Tintos y doble medalla de oro en el Concurso Internacional Vinus 2021, donde los vinos se catan absolutamente a ciegas. Fue el primer certamen presencial de América Latina en lo que va del año. Quietud obtuvo también medallas de oro con Acechado Monte Adentro 2019, Acechado Blend Patagónico 2019 y Acechado Pampa Salvaje 2019. Además, Arumcó Reserva Malbec 2020, producido por Juan Pablo Morisoli, consiguió también una medalla de oro, en tanto que Lejanía Reserva Malbec 2019, de Gobernador Duval, obtuvo medalla de plata.