(La Arena).- El abogado defensor de Tatavitto y Bastías, Omar Gebruers, se manifestó indignado por el fallo del TIP. El letrado viene sosteniendo desde el inicio de la causa que no existen pruebas para endilgarles los abusos a sus defendidos. Desde el juicio hasta ahora, Gebruers logró la absolución de las dos maestras jardineras que habían sido condenadas en el juicio de 2017, pero no la de Tatavitto.
«Han atropellado el derecho y los códigos. Este fallo está pendiente su dictado desde hace casi tres años. El STJ dijo que se debía prestar a la mayor brevedad posible, pero pasaron casi tres años por ese motivo pedimos que se declarara la insubsistencia de la acción penal: primero porque el Código Procesal Penal establece que ninguna causa puede durar más de cuatro años y esta duró casi seis, y segundo por que el CPP también establece que el TIP debe emitir su fallo dentro de los 20 días siguientes a la audiencia de ampliación de fundamentos y esta audiencia se hizo en diciembre por lo tanto este plazo venció en febrero de este año», dijo en diálogo con El Aire de la Mañana, por Radio Noticias 99.5.
A la Corte.
Gebruers presentó antes del dictado del fallo un recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación contra el fallo del STJ que el mes pasado le denegó el pedido de insubsistencia de la acción penal. Por ese motivo, sostuvo que lo resuelto por el STJ no estaba firme y no debía emitirse el fallo del TIP, como ocurrió ayer.
Por esa razón, sostuvo que la sentencia de Chapalcaz y Ordás era «nula de toda nulidad». «En este momento terminamos de entregar en el STJ un pedido de sanción administrativa para cinco jueces, entre ellos los dos que dictaron este fallo», dijo. Los otros son las juezas que actuaron como subrogantes el STJ para rechazar el planteo de insubsistencia de la acción penal (María Eugenia Schijvarger y María Elena Gregoire) y el juez del TIP Mauricio Piombi porque negó ese mismo pedido como parte del TIP siendo que -según Gebruers- ya había actuado en la causa dictando el fallo que fue anulado en 2018 por el STJ y, por lo tanto, tenía vedada cualquier nueva intervención.
Contradictorio.
En una consulta que le realizó LA ARENA vinculada al fallo que se conoció en la víspera, el abogado santarroseño dijo: «El juez sostuvo que estas cuestiones de abuso sexual de niños ocurren intra muros y, por tanto, no hay testigos, sin embargo el STJ ya dijo que eso era cierto, pero que, en este caso, era todo lo contrario, porque había ocurrido en una escuela, donde trabajan muchos docentes y no docentes por la mañana y por la tarde y hay 200 alumnos en cada turno».
Gebruers aseguró que el baño donde supuestamente ocurrieron los dos abusos era de uso para todos los empleados de la Coordinación, que eran más de ocho personas que estaban permanentemente ahí. «Tampoco explican por qué la docente que estaba a cargo de los chicos, María José Tello, que está absuelta desde hace tres años, ahora no tuvo responsabilidad en haber descuidado a los niños. ¿Cómo hizo Tatavitto para sacarlos? Es una contradicción», sostuvo.
«Es un fallo contradictorio, no tiene sustento jurídico, atropella el fallo casatorio del STJ, las garantías de los imputados y, además, lo dictaron con los plazos vencidos», concluyó.