Viedma, lunes 30 de enero de 2017
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, advirtió a los gremios de la provincia que si no aceptan en las paritarias un aumento salarial máximo del 17 por ciento, lo impondrá por decreto, en el marco de las precisiones de un plan general de ajuste de gastos anunciado ayer para equilibrar el déficit de la provincia.
«Prevemos un incremento de los ingresos del 17 al 18 por ciento, por lo que el gasto debe estar en ese nivel. En caso contrario nos será imposible pagar salarios y financiar las funciones del Estado. Ahora hay dos semanas para las paritarias. Si los gremios lo rechazan de plano, el gobierno lo va a fijar por decreto y veremos cómo se paga a lo largo del año», dijo el gobernador a Télam en Bariloche.
Además anticipó que el jueves de la semana próxima «la gran mayoría de los gobernadores» se reunirán en Buenos Aires para fijar una posición conjunta frente a las paritarias estatales, en especial ante la discusión salarial docente, y aseguró que sus pares comparten el mismo criterio de recorte de gastos de Río Negro.
Weretilneck explicó que la provincia debió endeudarse para cubrir el fuerte déficit en que cayó en 2016 debido a la pérdida de ingresos por 1.500 millones de pesos de transferencias nacionales, además del salto del dólar de $ 9,70 a $ 15 o $ 16, lo que «implicó entre otras cosas un fuerte aumento de medicamentos».
«También aumentaron un 40% los combustibles, con un fuerte impacto en el funcionamiento de la provincia y en las paritarias dimos aumentos de entre el 33% y el 38%, todo lo que suma mucho en el aumento de costos. Por un lado se incrementó el gasto y por otro perdimos recursos nacionales, y eso explica el déficit», señaló.
En cambio, el gobernador dijo que el ajuste no afectará al ritmo actual de obras públicas de la provincia: «sin contar planes de viviendas, que son de financiamiento nacional, seguirán en marcha las mismas obras, con una inversión anual de 900 millones pesos en el año, muy parecida a la de 2016», afirmó.
Aseguró que este ajuste «no fue pedido por el gobierno nacional, sino decidido en función de la responsabilidad de la hora» y desvinculó las medidas de los controles fiscales que el Ejecutivo federal hace en función del endeudamiento de la provincia y los programas nacionales.