Ante la rebelión de mujeres peronistas en el Senado que repudiaron el intento de permanecer en la vicepresidencia primera del Senado a pesar de la denuncia por acoso sexualen su contra, el pampeano comunicó su declinación este miércoles al mediodía. Evitó así una catarata de discursos contra la violencia de género en el recinto.
Con una nota presentada ante la Presidencia de la Cámara Alta, el senador nacional Juan Carlos Marino rechazó el «ofrecimiento» de continuar como vicepresidente primero del Senado. En la misma misiva, agradeció a los miembros del interbloque por el apoyo y reiteró su inocencia en la denuncia por acoso sexual que pesa en su contra.
Este miércoles, durante la Sesión Preparatoria en la que la Cámara Alta renovó sus autoridades, el senador nacional Juan Carlos Marino informó que rechazó la posibilidad de continuar ejerciendo la Vicepresidencia Primera del Senado. Es un lugar clave en el Congreso, tercero en la línea sucesoria presidencial. La decisión de Marino llegó después de que se conociera el repudio de legisladoras mujeres del peronismo, que prometían una catarata de discursos contra la violencia de género en el recinto. La justicialista y pampeana Norma Durango encabezó la rebelión.
Además, agrupaciones feministas locales habían convocado a una manifestación por la tarde, en la sede del Comité Provincia de la UCR en Santa Rosa.
En una nota dirigida a Gabriela Michetti, Marino agradeció el apoyo de sus pares del Interbloque Cambiemos, quienes pretendían renovarlo en el cargo, pero rechazó el ofrecimiento. “Como todos ustedes saben, me encuentro atravesando un proceso judicial por una denuncia que realizaron en mi contra. Tal como lo expresé en su momento, quiero reiterar mi inocencia en relación a la misma. Soy un hombre de la democracia y respeto profundamente la división de poderes, por eso me ajusté a derecho desde el primer momento y voy a esperar y respetar el desenlace judicial que, no dudo, demostrará mi inocencia. Pero hasta que eso suceda, considero prudente no aceptar la postulación con la que me están honrando nuevamente”, expresó el pampeano.
El bloque Cambiemos del Senado intentó este miércoles que Marino fuera reelegido como vicepresidente primero del Senado, pese a que en diciembre la empleada Claudia Guebel lo denunció por acoso sexual. Si bien el cargo le corresponde a la UCR, las senadoras del peronsimo federal habían anticipado que no levantarían la mano por el pampeano. La elección se definía por mayoría simple.
«Como mujer pampeana y como presidenta de la banca de la mujer no lo voy a votar. Y me hubiera gustado que Marino de un paso al costado y espere una definición de la justicia. Muchos hombres y mujeres no lo van a respaldar», sostuvo este miércoles temprano ante el sitio La Política Online, Norma Durango, aliada de Argentina Federal, la bancada de los gobernadores.
Su jefe Miguel Pichetto los reunió a las 14 para debatir el asunto, pero fue imposible que pueda conseguir un respaldo silencioso a Marino. En el mejor de los casos intentó negociar abstenciones, que en la votación funcionan como ausencias, pero sin poder evitar una catarata de discursos contra la violencia de género que subirían el tono de la sesión y repartirán el costo político entre todas las fuerzas.
«Es casi una provocación que la UCR no elija otro senador para ocupar la vicepresidencia. La causa está abierta, nunca lo prejuzgamos pero tampoco nos llegó un papel para saber cómo avanzó la investigación», se enfadó una autoridad del PJ, en diálogo con LPO.
Durango reunió a la Banca de la Mujer en diciembre, cuando se conocieron denuncias de abuso sexual en el ambiente artístico y político como la del senador radical, que realizó una escueta defensa en el recinto, seguida de discursos contra la violencia de género.
Como adelantó LPO, Miguel Pichetto le sugirió a los radicales elegir un reemplazante para la vice primera, pero durante el fin de semana el pampeano logró hacer valer su voz y consiguió el respaldo de su correligionario Luis Naidenoff, jefe del interbloque Cambiemos.
Al menos hasta este martes no había encontrado resistencia entre las senadoras radicales: todas confíaban en su compañero y parecían dispuestos a darn la cara por él. De todos modos, estabe previsto que el bloque se reuniera a las 15.30 para tomar la última decisión, ya con el dato del ruido que habían provocado en el peronismo.
Sin embargo, Marino -acorralado por otro capítulo del escándalo- comunicó su paso al costado, poco después del mediodía.
El PRO no participó de la discusión previa para evitar rencillas internas, sobre todo porque en su descargo, el abogado de Marino sugirió que la denuncia fue orquestada por el macrista pampeano Carlos Mac Allister, derrotado en la interna de Cambiemos por el diputado radical Daniel Kroneberger.
Caso Marino: acoso, espías y Senado
Con su resistencia, Marino sacó chapa de ser el legislador más poderoso del Congreso, donde preside las dos bicamerales con mayor presupuesto: la de la biblioteca y la de control de organismos de inteligencia, que se rehúsa a reunir para proteger al jefe de la AFI, Gustavo Arribas.
El último pedido fue el lunes, realizado por los diputados kirchneristas Rodolfo Tailhade y Leopoldo Moreau. Le exigieron citar al juez de Dolores Alejo Ramos Padilla, a cargo de la denuncia de extorsión y asociación ilícita contra el abogado Marcleo D Alessio, en la que se mencionan a agentes de inteligencia. Marino no respondió.