En apenas un año, el sector petrolero destruyó unos 3.200 puestos de trabajo en todo el país. El número surge del último informe publicado por el Ministerio de Trabajo de la Nación, la única estadística pública disponible sobre el tema, ya que el Indec no actualiza está información desde fines de la gestión kirchnerista.
Según el estudio, el sector denominado Minas y Canteras –que incluye en su gran mayoría a trabajadores petroleros– eliminó 3.220 puestos de empleo entre febrero del año pasado y el mismo mes de este año. Si se sigue la línea histórica de puestos en el sector (ver cuadro) se observa que el demanda venía en ascenso en el sector de la mano del desarrollo de Vaca Muerta, pero arrancó una fuerte caída a principios de 2015 que nunca se detuvo.
Sin embargo, casi la mitad de esos puestos, unos 1.500, se perdieron desde diciembre pasado, lo que da cuenta de una compleja aceleración atada no sólo a la caída del petróleo sino también al frente interno de la economía.
Según el titular del sindicato de petroleros, Guillermo Pereyra, “no hay despidos compulsivos” en el sector. El gremialista atribuyó los números a “despidos hormiga” en distintas empresas y sobre todo a los arreglos de retiros voluntarios a los que se acogieron varios trabajadores en el último tiempo. “A a veces las empresas ofrecen 800.000 o un millón de pesos y la gente prefiere agarrar”, indicó.
También atribuyó el número a la caída de equipos y servicios que se vieron resentidos por esa menor actividad como el de transporte.